miércoles, 3 de abril de 2013

¿Las dietas milagrosas existen?

Actualmente, observamos en el mercado una gran oferta de planes dietéticos que nos garantizan que adelgazaremos, y no sólo perderemos peso, sino también, que será fácil, rápido y saludable. Aunque, a algunas personas le funcionan, así tal cual, no quiere decir, que para otras, serán un éxito. Y en otros casos, pueden suponer un problema de salud.


A la hora de escoger una dieta de adelgazamiento, primero y lo más importante es conocerse a sí mismo, porque todos poseemos una ventaja y una dificultad. Esto último quiere decir, que hay una dieta única para cada persona, y es imprescindible observar que tipos de alimentos nos hacen sentir bien y cuales nos hace sentir mal, porque comer algo que nos sienta mal, por más que sea natural y bajo en calorías, no es muy saludable, y puede acabar siendo un problema de salud futuro. 

Por lo general tendemos a querer buscar u ofrecer un método único e infalible, pero no existe tal cosa, porque cada uno de nosotros somos únicos, pueden existir compatibilidades, pero no somos iguales. Por eso las fórmulas de adelgazamiento estandarizadas son para muchas personas una estafa. 

Una dieta de adelgazamiento en realidad debería ser un proceso en el cual uno va encontrando de manera consciente y progresiva los alimentos idóneos, esta labor es diaria y abarca un período de tiempo, para que finalmente logremos establecer una dieta acorde a nuestras necesidades individuales. Y ésta, se convierta en un hábito alimentario. 

Una vez alcanzado ese equilibrio es muy fácil saber qué comer, en qué momento y ante cuál necesidad. Una vez integrado el hábito, ajustar la dieta a la necesidad personal, es inmediato y mecánico, no requiere ningún tipo de esfuerzo. Logrado esto, es muy fácil mantener el peso estable y sentirse saludable.

Buscar métodos personalizados y evitar los métodos estandarizados.

Este trabajo inicial se puede hacer de manera individual en la auto-observación o con ayuda de un profesional en dietética. Los alimentos a diferencia de las personas son estructuras muy sencillas, en cambio nosotros, somos estructuras orgánicas más complejas. Además, también nos condicionan las emociones, y los estados emocionales pueden ser muy variados, y estas emociones también condicionan al organismo, no es lo mismo comer nervioso que tranquilo, la comida, más allá de que estemos comiendo, nerviosos nos caerá mal y tranquilos nos sentará bien. Tenemos que ser conscientes de qué necesitamos y por tanto de que tenemos que comer. 

Por último, es muy importante saber, qué a la hora de escoger un método, hay que informarse bien de los productos que vayamos a tomar, la suplementación puede ser aconsejable y beneficiosa si ésta, en realidad es necesaria y se adecua a nuestro estado de salud. Como, muy contraproducente y peligrosa si no se aplica con un mínimo de criterio. Antes de comprar, solicitad asesoramiento profesional.

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