La lota es un recipiente que puede ser de muchos materiales: de loza, cerámica esmaltada o plástico, también puede variar mucho en su forma, pudiéndose encontrar diferentes modelos, pero lo más importante es que posea un recipiente con capacidad suficiente para contener el agua a utilizar (aproximadamente de 250ml) y el cuello sea del largo adecuado para que su utilización proporcione, facilidad de uso y la acción terapéutica deseada.
La lota es utilizada desde hace miles de años en la India y el Tibet. Esta práctica realizada para la limpieza de las vías nasales para facilitar los ejercicios de respiración. Actualmente se ha extendido su uso, siendo muy popular. Es beneficioso en casos de resfriados para desobstruir las vías respiratorias y aliviando los síntomas. También se recomienda en casos de problemas respiratorios, en asma, en alergias, en sinusitis, si se ronca, hasta en casos de insomnio.
La lota regula las funciones secretoras y neurovegetativas de la mucosa nasal, favoreciendo la respiración, regulando la energía vital, proporcionando descanso y relajación.
¿Cómo se utiliza?
Por lo general cada vez que se haga se utilizará medio litro de agua, mejor que el agua sea mineral o filtrada. El agua la pondremos a calentar hasta llegar a una temperatura entre 34 a 38ºC (temperatura corporal), por favor no excederse en esta temperatura porque el resultado no será el deseado y se puede correr el riesgo de dañar la mucosa. Una vez tenemos el agua a la temperatura deseada le añadimos una cucharadita rasa de sal marina, removemos hasta disolver correctamente. Rellenamos el recipiente, es decir, la lota.
Colocamos el extremo de la lota en uno de los orificios nasales, si a este lo coloco en el orificio derecho entonces inclino la cabeza hacia la izquierda y hacia adelante, el movimiento debe ser suave y lento, sentiremos que el agua entra por la nariz e inmediatamente comenzará ha salir por el otro orificio. Hacemos 250ml por un orificio y 250ml por el otro. Entre un orificio y el otro con ayuda de un pañuelo nos sonamos la nariz, para extraer toda la mucosidad.
La primera vez es extraña la sensación, pero el resultado es tan agradable que uno se acostumbra rápidamente y hasta puede llegar a ser un vicio.
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