miércoles, 30 de enero de 2013

La avena

La avena es un cereal con tantas cualidades nutricionales, que habita en mi despensa todos los días del año, aunque se recomiende su consumo en épocas invernales, ya que mejora la resistencia al frío, es un cereal de naturaleza tibia con un efecto nutritivo, tonificante y mantenedor de la energía, que es altamente recomendable para paliar el desgaste físico.


La avena es rica en proteínas de alto valor biológico, es una de las más nutritivas después del trigo, por lo cual resulta muy útil para el desarrollo de los huesos y demás tejidos corporales. También es muy rica en grasas, doblando al trigo, un 65% de grasas no saturadas de las cuales el 35% es de ácido linoleico, este aporte en ácidos grasos Ω6 ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre. 

Aporta 335Kcal cada 100g de avena, de los cuales 12g son proteínas, 60g son carbohidratos, 6g son de fibra y 7,1g de lípidos. Contiene 79,6mg de calcio, 5,8mg de hierro y 0,52mg de tiamina. Como todo buen cereal es pobre en algunos aminoácidos indispensables para la formación de proteínas como son la lisina y la treonina, por este motivo se recomienda combinarlo con otros alimentos ricos en estos dos componentes, como son los frutos secos, las semillas o legumbres, de esta manera aumentamos su valor nutricional haciendo de este un alimento completo.


A parte de su significativo aporte en calcio, también contiene: potasio, fósforo, magnesio, cobre, zinc, vitaminas B1, B2, B3, B6 y E. Las vitaminas del grupo B son indispensables para el buen funcionamiento del sistema nervioso, pero también contiene un alcaloide llamado avenina que le proporciona efecto sedante, ideal para combatir el estrés, regular el sueño (en caso de insomnio), calmar el nerviosismo y la ansiedad. Muy recomendado para problemas de piel como la psoriasis, urticarias y dermatitis, tanto su consumo vía interna, como su uso cosmético.

La avena también contiene pequeñas cantidades de gluten, por lo que no puede ser utilizada como cereal alternativo para la dieta de los celíacos.


lunes, 28 de enero de 2013

Detoxificación hepática

Este ya es el momento idóneo para plantearse una detoxificación hepática, y mucho mejor cuando las comidas copiosas de las fiestas navideñas han llegado a su fin. Y junto a los buenos propósitos del año porque no hacer una buena limpieza interior, barrer con las toxinas, que día a día nos van pesando, nos llenan de cansancio y nos quitan vitalidad. Además, para aquellas personas que sufren de la alergia primaveral, más que mejor, una buena depuración hepática reducirá los síntomas notablemente.

Cardo Mariano

El hígado es el principal órgano de eliminación de toxinas del organismo. Cada minuto, más de un litro de sangre pasa a través de él para ser limpiada de toxinas. La función principal del hígado es transformar estas toxinas en moléculas solubles para facilitar su eliminación. Según el tamaño de la toxina se puede eliminar a través de la bilis o las heces (las de mayor peso molecular), y las más pequeñas vía sangre y riñón. 

Las toxinas pueden ser endógenas (procedente del organismo), sustancias que se generan por la metabolización de los alimentos (amoníaco), como así hormonas que se han secretado en respuesta a un estímulo. También están las toxinas exógenas (procedentes del exterior) como son los fármacos, metales pesados, herbicidas, alcohol, tabaco, contaminación ambiental, etc.

El hígado, entre otras funciones, se encarga de metabolizar las grasas, una descompensación en los niveles de colesterol es indicativo de una detoxificación hepática. Cuando el hígado se satura, porque el organismo está muy tóxico, comienza a desentenderse de otras funciones tan importantes como el control de los niveles de colesterol en sangre, porque la prioridad siempre será la eliminación de toxinas que son más nocivas para el organismo. 

Alcachofa

Entonces para comenzar una destoxificación hepática tenemos que tener en cuenta dos cosas muy  importantes, por un lado la destoxificación en sí, y por otro lado, una dieta pobre en toxinas. 

Para una dieta pobre en toxinas debemos primero reducir el consumo de carnes, en especial carne roja, durante este período de depuración lo mejor en consumir mas que nada pescados, también los derivados de la carne producen muchas toxinas (mantequillas, leches, quesos), en especial, los animales de criaderos a gran escala, que los alimentan con piensos y que además les inyectan hormonas del crecimiento y antibióticos. Lo mejor son alimentos de procedencia ecológica, tanto para las carnes, aves, huevos, verduras, cereales y legumbres. Los cereales y legumbres integrales, porque su contenido en fibra nos ayudará a mejorar el tránsito intestinal facilitando la evacuación. Beber entre 1-2 litros de agua o infusiones. En este periodo también es muy recomendable reducir considerablemente el consumo de café, alcohol y tabaco. También es idóneo la realización de alguna actividad física, que ayude a movilizar las toxinas depositadas en articulaciones y tejidos grasos, activar el sistema circulatorio y linfático, como ayudar la eliminación a través de la piel por medio del sudor.

La detoxificación hepática lo podemos realizar con algunos suplementos que ayuden el drenaje y estimule las vías de eliminación, y las más conocidas y efectivas son: el cardo mariano y el extracto de alcachofas.

  • Cardo Mariano: es una planta con actividad hepatoprotectora, rica en silimarina que es el principio activo responsable de mejorar la capacidad de eliminación de toxinas por parte del hígado. El cardo mariano tiene la propiedad de regenerar las células hepáticas, aumentar la producción y la liberación de bilis, mejorando la digestión de las grasas y previniendo la aparición de cálculos biliares. Se recomienda extractos de cardo mariano que aporten 200-400mg de silimarina, se puede disolver esta cantidad en una botella de agua mineral e ir bebiendo a lo largo del día.
  • Extracto de Alcachofas: es una planta y sus efectos principales se deben a los ácidos cafeoilquínicos (cinarina y ácido clorogénico), también a su contenido en flavonoides (luteolina) y sus principios amargos (cinaropicrina). Tiene acción colerética (aumento de producción de bilis), colagoga (aumento de secreción de bilis), hepatoprotectora, regeneradora de la célula hepática e hipocolesterolemiante. Se recomienda extracto de hojas de alcachofa dosis diaria de 640mg tres veces en el día. 

viernes, 25 de enero de 2013

Sopa de nabos baby

Esta es la época del año que remplazamos las refrescantes ensaladas por sopas calientes, que nos devuelvan el calor corporal. Las sopas son ideales para personas frioleras, y son medicinales para aquellos que tengan que salir de un resfriado. El nabo en particular al ser de la familia de las crucíferas (como la col) es un gran depurador del sistema y fortalecedora del organismo.


Ingredientes:
5 nabos baby
2 cucharadas de aceite de oliva
1/2 litro de agua
100ml de leche de avena o arroz
2 rebanadas de pan integral
Perejil picado

Elaboración:
Se pelan y se cortan los nabos baby en daditos. En una olla se pone el aceite y cuando esté caliente se añade el nabo, se cocina a fuego medio y removiendo de tan en tan, hasta el nabo secrete una agua blanquecina, de ser necesario se puede añadir un poco más de aceite. Luego se añade el agua y la leche de cereales, se deja cocinar hasta que el nabo este tierno (se pincha con un tenedor).


El pan lo cortamos en daditos, en una satrén con unas gotitas de aceite ponemos a dorar el pan hasta que quede crujiente, de esta manera hacemos los crutones. Una vez lista la sopa y ya hechos los crutones, servimos la sopa en un bol a elección, espolvoreamos perejil picado y añadimos los crutones al instante de servir, decoramos con una ramita de perejil.

miércoles, 23 de enero de 2013

Nuevas tendencias: dietas para la salud. Parte II

En el post anterior, Nuevas tendencias: dietas para la salud. Parte I, nos hemos centrado en hablar de las dietas vegetarianas, pero esto no acaba aquí, hay otros tipos de dietas que pregonan otras filosofías dentro del mismo contexto, y que se interrelacionan, como son el caso de la dieta macrobiótica y la dieta naturista. 


En la dieta macrobiótica encontramos dos vertientes, una estrictamente vegetariana y otra que incluye todo tipo de alimentos. La macrobiótica se centra en la filosofía del yin y del yang, es decir, los alimentos tienen una naturaleza energética, poseen una energía centrípeta (yin) y una centrífuga (yang). El tipo de cocción también influye en la naturaleza del alimento, es decir, con una cocción prolongada, como es el caso de un guiso, el alimento se yanginiza, en cambio, en una cocción corta como un salteado el alimento conserva su naturaleza más yin. Esta disciplina gira entorno de las estaciones, de la necesidad individual y del tipo de alimento. Más que una dieta, es una filosofía de vida, que busca el equilibrio tanto a través de la alimentación, como a través del ejercicio físico.


En otras palabras, es una dieta energizante y en armonía con el entorno. Todo ser humano nace con una energía vital que vamos perdiendo con los años, y la macrobiótica busca reducir esa pérdida de vitalidad ajustando la alimentación según el lugar y el clima donde se viva, como la actividad que realicemos y como gestionamos los avatares de la vida. Además los alimentos generan residuos al organismo en el momento que los metabolizamos, por este motivo se busca también reducir el gasto energético que esto genera, siendo las carnes las que mayor gasto energético producen, en cambio, con los vegetales, el desgaste es inferior. La macrobiótica es una filosofía, que se centra en alimentos completos y procesados por métodos tradicionales, totalmente biológicos y de cultivo local.

La dieta naturista o dieta energética, es bastante similar a la dieta macrobiótica, y en lo que más se diferencian, es que no tienen el concepto del yin y yang, pero se centra en una dieta revitalizante y libre de toxinas. Se puede comer de todo, carnes, pescados y derivados de los mismos, pero obtenidos de manera natural, animales en libertad y con alimentación biológica. Que los cultivos respeten los ciclos naturales para evitar la explotación desmedida de la tierra, frutas y verduras de temporada; como los seres humanos los alimentos, tanto vegetales como animales, también poseen una energía vital, y cuando ingerimos estos alimentos nos nutrimos de esa energía, comer un vegetal, o una fruta  o un huevo donde se haya respetado su medio y su ciclo natural de crecimiento, es un alimento completo que nos proporcionará no solo más nutrientes, sino también, más energía, la esencia misma de la vida. 


Son dietas principalmente vegetarianas, como ya he explicado antes, las carnes generan más toxinas en su metabolización que las verduras, que por tanto, su ingesta es más ocasional y esporádica  Además en este tipo de dieta la edad de la persona está muy relacionada, cuanto más mayores nos hacemos, tenemos menos capacidad digestiva, disminuye nuestra vitalidad y por tanto poseemos menos capacidad de metabolizar correctamente los alimentos, que con los años tenemos que reducir el consumo de carnes, al punto tal que la dieta de una persona anciana debería ser vegetariana estricta, de cocción prolongada y poco copiosa.

Es importante entender que la vida es como un ciclo energético que gira no solo dentro de nosotros mismos sino a través de las personas y entre otros seres vivos, la naturaleza misma. Es un ciclo que se regenera una y otra vez, y es el principio filosófico del amor. Un alimento que a crecido dentro de este ciclo vital será un alimento que nos nutra, en cambio, si ha sido forzado será un alimento que tan sólo saciará temporalmente nuestro apetito, pero la sensación de vacío estará y se acrecentará, y a partir de ahí no habrá nada que nos pueda saciar. 

lunes, 21 de enero de 2013

Nuevas tendencias: dietas para la salud. Parte I

En estos tiempos observamos que cada vez más personas optan por el vegeterianismo, ya es común escuchar entre amigos y familiares, "perdón, pero ya no como más carne". Pero en el fondo: ¿Qué significa ser vegetariano? ¿Qué beneficios obtenemos? ¿Y por qué crece esta necesidad?


La dieta vegetariana, es una dieta rica en vegetales, cereales, legumbres, frutas y todos sus derivados, y la abstención total de carne y subproductos animales como: leche, huevos, mantequilla, quesos y otros. Pero también es una actitud y un estilo de vida, que incluye una conciencia ecológica. 

Por otro lado, observamos dietas como las veganas, que son dietas vegetarianas más estrictas que a parte de excluir la carne y sus derivados, también excluyen productos como la miel y alimentos refinados, como son el azúcar blanca, la harina blanca, edulcorantes artificiales y cualquier alimento que contenga conservantes y/o colorantes, es decir, sustancias añadidas que no sean de obtención natural.

Pero, todo es un poco más flexible de lo que parece, porque surgen de estas tendencias, otras dietas más amplias como la dieta lacto vegetariana o la dieta ovo lacto vegetarianaen la primera sólo incluye la leche y derivados de la leche, como el yogur y los quesos; y en la segunda, a parte de la leche, también incluye los huevos, siempre y tanto ambos productos sean de origen ecológico y no contenga conservantes u otras sustancias añadidas. Por lo general ambas dietas no excluyen la miel, pero hay personas que le gustan especificar que la dieta la incluye añadiendo el prefijo "api", por tanto sería una dieta api ovo lacto vegetariana o api ovo vegetariana, etc. 

Dentro de la rama vegetariana nos encontramos con la dieta crudiveganismo o crudivóros, en esta dieta no se acepta la cocción del alimento o su cocción no debe superar los 45ºC, ya que a una temperatura mayor se destruyen enzimas y nutrientes. Pero esta dieta a generado muchas controversias, y no se ajusta a la realidad digestiva de muchas personas, que la cocción del alimento les benefician, ya que esas mismas enzimas pueden ser muy difíciles de digerir, generando debilidad digestiva y agravando así la situación. Es muy importante que cualquier tipo de dieta que realicemos, informarse bien y observar hasta que punto es conveniente o no, ya que cada persona es un mundo.


Las dietas vegetarianas tienen que estar adecuadamente planificadas, ya que los vegetales en sí contienen muy pocas proteínas y deben estas obtenerse de cereales y legumbres para no generar un déficit nutricional, además si hoy decidimos hacer un cambio en nuestros hábitos alimenticios, tenemos que tener en cuenta que el cambio debe ser paulatino, ya que el organismo debe adaptarse a esa nueva modalidad. Por lo general, los cereales son muy suaves y fáciles de digerir, en cambio las legumbres pueden provocar algunas molestias iniciales (como distensión abdominal y gases), que con el tiempo van desapareciendo. En dietas vegetarianas muy estrictas puede generarse un déficit de vitamina B12, pero esto no le sucede a todas las personas, aunque nunca esta de más tenerlo en cuenta. 

La calidad de los alimentos debe ser buena, preferentemente de obtención ecológica e integrales, todos los alimentos contienen un equilibrio nutricional, y este equilibrio se ve afectado cuando pasa por procesos de refinación. Además cuidarse es también sinónimo de cuidar nuestro entorno, y el proceso comienza respetando a la naturaleza, que con tanta generosidad nos lo devuelve con sus frutos, que son nuestros alimentos.