La manzanilla es una de las plantas más queridas y utilizadas. Es, por sobre todo, sedante, antiflamatoria, digestiva, carminativa y de sabor y olor muy agradable. Por todas estas razones, esta planta maravillosa ocupa un lugar especial en nuestra cocina.
La manzanilla es ideal cuando se sufre problemas digestivos, en especial cuando hay, distensión abdominal con dolor o molestia, esto se debe a que por una digestión lenta los alimentos fermentan en el estómago generando gases que dilatan el abdomen y un leve dolor punzante. Esto a su vez puede generar acidez y en algunas personas náuseas. En estos casos una infusión de manzanilla después de la comidas puede ayudar al proceso digestivo y, calmar la inflamación y liberar los gases.
Muchos problemas de insomnio pueden venir de males digestiones, o porque digerimos lento, porque se ha cenado mucho, porque hemos comido rápido y nerviosos, porque hemos comido un alimento que digerimos mal, etc. Sea cual sea la razón digestiva que nos afecte, puede ésta afectar notablemente la conciliación del sueño, en estos casos una tisana de manzanilla media hora antes de ir a dormir puede llegar a ser una verdadera bendición.
La manzanilla se caracteriza también por su gran efecto antiinflamatorio, no solo actúa al nivel digestivo, sino también, al nivel intestinal, en menstruaciones dolorosas, para dolores de cabeza o cefaleas, y en aplicaciones externas para eritemas solares e inflamaciones cutáneas.
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