miércoles, 8 de mayo de 2013

Pasión por el yoga

Los orígenes del yoga remonta, aproximadamente, del año 3000 antes de Cristo, por hallazgo arqueológicos en sellos de piedras con grabados de figuras en posición yóguica, pertenecientes a las civilizaciones de los Valles del Indo y Saraswati. Hoy en día se calcula que unos 400 millones de personas practican yoga en el mundo. Si bien el yoga nació en la India hace más de 4000 años, no ha sido hasta finales del siglo XX cuando se ha popularizado en Occidente.


El éxito que hoy en día surge en la necesidad de cambio, en la búsqueda de alcanzar una conciencia más elevada, equilibrar la mente, el cuerpo y el alma para el desarrollo personal, optimizar la salud en conjunto con la dieta y lograr la serenidad necesaria para desarrollar el estado óptimo de felicidad individual.

Cada quien experimenta en el yoga diferentes cosas, y podemos encontrar diferentes tipos de yoga que se ajustan a la necesidades y gustos personales, la esencia es la misma. El objetivo del yoga es tomar conciencia del cuerpo, en el equilibrio y la flexibilidad, en aquietar la mente, aprender a sentir y escuchar la sabiduría que cada persona encierra en sí misma, en descubrir la necesidad individual y satisfacerla para alcanzar un estado de armonía que nos transporte a la felicidad y el desarrollo personal, sin ser influenciados por modelos externos. 

En la práctica del yoga la mente se olvida de los problemas cotidianos, porque estos no caben en el ejercicio, es necesario concentrarse en el cuerpo y la respiración. Su práctica tampoco genera competitividad ya que es individual y se adapta a las características personales. A parte de tener una acción terapéutica a nivel psicoemocional, también favorece el bienestar del organismo: activa la circulación, moviliza partes musculares inactivas, corrige malos hábitos posturales, oxigena el organismo, activa las vías de eliminación de toxinas, relaja y despeja la mente aumentando la concentración, regulariza el sueño, regulariza el tránsito intestinal. En conclusión ayuda a mejorar la calidad de vida y favorecer el bienestar del organismo. 


Otra ventaja del yoga es que cualquiera puede practicarlo, sin importar el sexo o la edad. Para las personas mayores es muy beneficiosa ya que en su práctica se enfatiza la movilización de las articulaciones y los estiramientos. En embarazadas ayuda a controlar el exceso de peso, el estrés y la fatiga, y a reducir los dolores de espalda. En niños con problemas de psicomotricidad y tono muscular deficiente.También para niños que presentan bajo rendimiento escolar, por lo general los niños con estos problemas no es por falta de inteligencia sino por un exceso de energía que no saben controlar, se dispersan con mucha facilidad provocando problemas de atención y de comportamiento, el yoga les puede beneficiar enormemente. En la menopausia en especial con la práctica del "shakti yoga" que busca actuar como método alternativo a la terapia hormonal sustitutiva.  

Hay un yoga para cada persona, no los hay ni mejores ni peores, cada persona tiene una necesidad única y se identifica con cosas diferentes y con personas diferentes. Es importante a la hora de escoger un método averiguar las opciones que se ofrecen, hacer una prueba e identificar si el grupo se ajusta a la necesidad personal, si por la razón que sea no ha funcionado seguir probando.

El yoga no es de nadie, es patrimonio de la humanidad, esa es su virtud, y al final, todo depende de cómo lo viva la persona.

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