miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Granada

El nombre del género, Punica deriva de fenicios, quienes fueron unos difusores activos de su cultivo, en parte por razones de tipo religioso. El nombre de la especie granatum deriva del adjetivo del latín granatus, que significa 'con granos' (debido a las semillas del fruto/grana: el arma granada más tarde derivaría del nombre de la fruta). Sin embargo, en el Latín clásico el nombre de la especie era malum punicum ó malum granatum, en donde "malum" es manzana. Esto ha influido en el nombre pomegranate (en inglés), que se le da en muchos idiomas (ej. alemán Granatapfel, manzana con semillas). Incluso "pomegranate" tiene este mismo significado; pomum es el nombre en latín para manzana.
Otra raíz muy extendida para "granada" es la egipcia y la semítica rmn. Encontrándose en el antiguo egipcio, y en el hebreo rimmôn, y en el árabe rummân. Esta raíz ha pasado del árabe a otro gran número de lenguas, incluida el portugués (romã).


Toda fruta cuanto más sol recibe más colorido adquiere. A la granada le ocurre lo contrario, por el lado que le da el sol con más intensidad y durante más tiempo, los granos en su interior se quedan de color blanquecino.

Por su riqueza en flavonoides y vitaminas antioxidantes (C y E), que previenen la arteriosclerosis, el zumo de granadas contienen tres veces más antioxidante que la cantidad equivalente de té verde o vino tinto y junto a su contenido en antocianinas (pigmentos de color rojizo o azulado pertenecientes al grupo de los flavonoides), frena los procesos de envejecimiento y la aparición de enfermedades degenerativas. Una cura prolongada con zumo de granadas termina por modificar el estado de la sangre, desintoxicándola, a la vez que permite una extraordinaria regeneración de la misma y de todos los humores del organismo. La granada mejora la anemia debida a la falta de hierro. Su riqueza en vitamina C y su aporte de cobre facilita la absorción del hierro de la dieta.

Es una fruta de muy bajo valor calórico debido a su escaso contenido de hidratos de carbono apenas 65 calorías 100 grs, la Granada es la única fruta que no modifica los niveles de azúcar de las personas diabeticas y las previenen contra los problemas especificos de la arterioesclerosis y la hipertensión. El componente mayoritario es el agua y en lo que se refiere a otros nutrientes, tan sólo destaca su aporte mineral de potasio. Este mineral es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Otros componentes destacables son el ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos. Estos últimos son sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Algunas de las acciones de los taninos son secar y desinflamar la mucosa intestinal (capa que tapiza el interior del conducto digestivo), por lo que resultan eficaces en el tratamiento de la diarrea. El ácido cítrico favorece la eliminación de ácido úrico y sus sales a través de la orina, por lo que el consumo de granada es muy adecuado en caso de hiperuricemia o gota y litiasis renal por sales de ácido úrico.

Se sabe que Hipócrates empleaba el zumo de granada como medicamento para tratar afecciones del aparato digestivo.

Los tabiques internos de la fruta, mezclados con pimienta, sal y jengibre se utilizan en algunas culturas orientales como un remedio popular para limpiar los dientes y fortalecer las encías.

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