miércoles, 12 de octubre de 2011

La menopausia

La menopausia (del griego mens, que significa "mensualmente", y pausi, que significa "cese") se define como el cese permanente de la menstruación y tiene correlaciones fisiológicas, con la declinación de la secreción de estrógenos por pérdida de la función folicular. La menopausia es una etapa más de la mujer, esta etapa marca el fin de su capacidad reproductiva.


Para la mayoría de las mujeres este proceso comienza silenciosamente alrededor de los cuarenta y cinco años, cuando el ciclo (o período menstrual) empieza a ser menos regular. La disminución en los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona causa cambios en su menstruación. Estas hormonas son importantes para mantener en buen estado de salud a la vagina y al útero, lo mismo que para los ciclos menstruales normales y para un embarazo exitoso. El estrógeno también ayuda a la buena salud de los huesos y a que las mujeres mantengan un buen nivel de colesterol en la sangre.

Las causas de los "calores" son variadas y tienen relación con el sistema circulatorio, hormonal y nervioso central de la mujer. No todas las mujeres sufren estos síntomas, pero esta comprobado que a medida que los ovarios dejan de producir estrógeno, ocurren cambios en el manejo de las grasas, por lo que las arterias se endurecen y se estrechan; lo que ocasiona la disminución del aporte de sangre en la piel y al mismo tiempo, se produce un aumento en la liberación de una sustancia llamada Hormona Folículo Estimulante (FSH), que altera la circulación de la sangre a nivel del cerebro. El aumento de esta sustancia se relaciona con la alteración del centro termorregulador cerebral, que funciona como una especie de termostato, regulando la temperatura del cuerpo.

Al acercarse la menopausia o última menstruación, se produce la disminución de la temperatura basal (temperatura corporal que se toma inmediatamente después de despertarse, antes de levantarse de la cama y en ayunas) y como respuesta compensadora, se produce un ensanchamiento de las arterias, y una estimación de las glandulas sudoriparas, lo que ocasiona el calor, la sudoración y los escalofríos que se producen durante esta etapa.

Consejos:
  • Mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes de calidad.
  • Evitar los dulces, café, tés con altos contenidos en teínas (té negro o rojo), bebidas con cafeína, tabaco, antiácidos, bebidas carbonatadas, alimentos ricos en grasas, dieta diaria rica en alimentos proteicos  Todos estos alimentos promueven la descalcificación de los huesos, o bien porque compiten en su absorción o porque acidifican la sangre. 
  • Hacer ejercicio físico. Mejora la circulación, quema calorías, mejora el metabolismo, fija el calcio en los huesos, regula la glucemia.
  • Realizar paseos al aire libre. La vitamina D es esencial para la fijación de calcio, que unos momentos al día al sol es beneficioso.
  • Evitar alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol.
  • Si sufre de calores, vístase con ropa que permita que la piel respire, y en capas que pueda quitar o poner según la necesidad.
  • La menstruación ayuda a eliminar muchas toxinas del cuerpo, para suplir esto es necesario: el ejercicio físico, beber agua de baja mineralización y consumir alimentos antioxidantes

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