viernes, 9 de noviembre de 2012

Nutre tu piel y alimenta tu cuerpo

La piel es un sistema de protección y es considerado el mayor órgano de nuestro cuerpo, hace de barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea como a su vez actúa como sistema de comunicación con el entorno.


La piel se divide en tres capas, una externa que se llama epidermis, una intermedia denominada dermis y otra más profunda, hipodermis. La diferencia entre los tipos de piel (secas, normales, mixtas o grasas) están interrelacionadas con el grosor de estas tres capas, como también el contenido de colágeno y melanina, y el número de glándulas sudoríparas. También hay otra diferencia: el sexo, la piel del varón produce más secreción sebácea que la de la mujer debido a la mayor cantidad de andrógenos (hormona sexual masculina), como consecuencia, la piel masculina es más gruesa y grasa que la femenina, por tanto más resistente.

Así como la piel nos protege del exterior no es 100% impermeable. La piel es porosa, y los poros se dilatan con el calor permitiendo la sudoración, esto ayuda a regular la temperatura corporal, con el frío se constriñen  protegiéndonos del frío, de esta manera controla que el calor corporal no se pierda a través de la sudoración. Los poros también sirven como sistema de eliminación de toxinas, y es muy importante para mantener la salud integral del organismo. 

Por eso es tan importante mantener la piel limpia y bien hidratada, esto permite un mejor funcionamiento de la misma. Pero la piel también es absorbente, todo lo que apliquemos en ella se absorberá y se integrará como un nutriente al organismo que la calidad de los productos cosméticos que utilizaremos son de vital importancia.

En cosmética hay muchas sustancias que otorgan a la piel una sensación de suavidad inmediata, pero anula la función de los poros, como son el caso de los aceites vegetales (parafina, vaselina) que son derivados del petroleo,  mejoran la textura de las cremas haciéndolas más cremosas y fáciles de aplicar, también otorgan una sensación de suavidad inmediata a la piel que es agradable, pero está obstruye la permeabilidad de la piel y a largo plazo la deshidrata y por tanto la seca, aumentando así el uso de los productos, cada vez más crema tenemos que aplicarnos para mantener la piel hidratada. 


Pero con la cosmética natural, que emplea esencialmente productos no químicos, como: aceites vegetales, ceras, mantequillas, aceites esenciales, que devuelven a la piel su hidratación natural, gracias a su contenido en vitaminas A y E, ácidos grasos como el omega 6, fosfolípidos, minerales, que no solo nutrirán a la piel , que también nutrirán al organismo. Es importante verificar la composición nutricional de los productos que compremos, también es muy importante mantener la piel limpia y libre de impurezas,  que se recomienda al menos una vez al mes una exfoliación

La cosmética natural devuelve a la piel su equilibrio natural con el tiempo mejora la elasticidad e hidratación de la misma, no obstruye las vías de eliminación y absorción (los poros), facilita la cicatrización, evita que la piel genere: acné, quistes y encarnaciones. Y lo mejor de todo, mejora la nutrición general del organismo. 

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