viernes, 15 de julio de 2011

La vitamina D

La vitamina D o calciferol, se la llama también vitamina antirraquítica, la vitamina D es la encargada de regular el paso del calcio al hueso, por ello, si la vitamina D falta este paso no se produce y los huesos comienzan a debilitarse y curvarse produciéndose mal formaciones irreversibles llamada raquitismo y afecto por sobretodo a los niños. A parte de regular los niveles de calcio y fósforo en sangre, también promueve la absorción de los mismo a nivel intestinal que proveen los alimentos y la reabsorción del calcio al nivel renal, promueve la fagocitosis (mecanismo de defensa contra microorganismos invasores como para el reciclaje de tejido muerto) y actividad antitumoral (cáncer de colón, de pecho, ovario y próstata).

Hay estudios que asoción la mal nutrición de la vitamina D, con enfermedades antiinmune como la esclerosis múltiple y la diabetes tipo I, presión arterial, enfermedades psíquicas como la esquizofrenia, enfermedades cardíacas, artritis reumatoide, tuberculosis y enfermedades inflamatorias del intestino.


Las personas mayores de 50 años tienen más probabilidad de desarrollar una deficiencia de esta vitamina porque la piel pierde la habilidad de convertir a la vitamina en su forma más activa, los riñones también pierden esta cualidad. La obesidad también es un factor de riesgo de deficiencia. Las personas sin glándula paratiroide o que sufren de hipoparatiroidismo. Personas con enfermedad hepática crónica o mala absorción intestinal.

Se recomienda que los bebés estén expuestos a luz solar en cortos períodos de 10 minutos al día.

Hay varias formas de esta vitamina:
  • la vitamina D2 se deriva del ergosterol en la dieta 
  • la vitamina D3 se deriva del colesterol vía 7-dehidrocolesterol. 
Los rayos ultravioletas de la luz solar son los responsables de la producción de ambas formas de vitamina. No obstante, en ciertas partes del mundo con limitada cantidad de luz solar existe la posibilidad de que la cantidad de vitamina D no sea siempre suficiente. Para prevenir esta posibilidad, la leche se fortalece actualmente con la vitamina D2.
El color de la dermis dado por la melanina presente en los melanocitos es una forma de protección que filtra los excesos de radiación UV particularmente intensa en las zonas intertropicales, en donde por presión evolutiva hay un predominio natural de pigmentaciones oscuras de la piel. Sin embargo en las zonas comprendidas entre los trópicos y los círculos polares la radiación UV del Sol al ser más baja ha significado una presión evolutiva como para que surgieran grupos poblacionales (hace unos 40.000 años) con piel e incluso ojos y cabellos claros.


Las vitaminas D2 y D3 se encuentran de forma natural en algunos alimentos, aunque siempre aportando cantidades limitadas, siendo mucho mayor la aportación producida por la piel al exponerse a rayos ultravioleta UVB.

¿Cuánta vitamina D necesitamos?
Por encima de 150 ng/ml es tóxico
30-60 ng/ml es óptimo
20-29 ng/ml es suficiente
9-19 ng/ml carencia 

El uso de protector solar con factor de protección (SPF) de 8, inhibe más del 95% de producción de la vitamina en la piel.

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