miércoles, 8 de febrero de 2012

La cosmética convencional, un tóxico para la piel y la salud

Nuestra piel tiene un gran poder de absorción, por esta razón es importante que las cremas que utilicemos sean nutritivas no sólo para la piel sino también para nuestra salud.


Vivimos, en la actualidad, expuestos a gran cantidades de tóxicos. Unos provienen del medio ambiente, de la polución y de todo los tóxicos que respiramos. Otro proviene de los alimentos, la carga de metales pesados de los peces por contaminación del agua, otros de los alimentos vegetales y animales por uso de pesticidas y antibióticos; y alimentos manufacturados por la cantidad de conservantes y aditivos varios con lo que son elaborados.

Pero como si esto no fuera poco, tenemos que mencionar los productos como cremas corporales, geles de baño, tónicos faciales, maquillajes, jabones, aftershave, desodorantes, pasta dental, aceites perfumados, talcos, colonias, leches limpiadoras, etc.

Nuestro organismo está expuesto a miles de tóxicos cada minuto de nuestra vida. El organismo es sabio puede deshacerse de una gran parte de ellos, pero la realidad es que no de todos. Los órganos más involucrados en los procesos de desintoxicación son: el hígado y los riñones. La salud de cada persona dependerá de su capacidad orgánica de eliminar toxinas, y no todos corremos con la misma suerte. Hay personas que sus vías de eliminación son menos efectivas, y por tanto, son personas más delicadas y más propensas a sufrir enfermedades. Es importante encontrar un equilibrio, hay cosas que se nos escapan de las manos como la polución, pero hay muchas otras que podemos elegir, y por tanto, controlar, a la hora de comprar es importante escoger bien, productos realizados con materias primas naturales y ecológicas.

Los cosméticos naturales ayudan a largo plazo a que la piel se recupere de manera natural sin perjudicar la salud. Habéis notado que hay cremas de marcas conocidas que cuando por un día -por olvido o por prisas-  no la hemos utilizado, nuestra piel se reseca y se escama como mucha facilidad. Ese tipo de cremas al tienen compuestos derivados del petroleo que acaban dañando los tejidos, porque esa sensación de suavidad que obtenemos al aplicarla en verdad es una capa impermeable que no deja respirar a la piel. 

Los cosméticos convencionales contienen:
  • Aceite minerales: También conocido como vaselina o parafina. Se trata de sustancias derivadas del petróleo que la industria cosmética utiliza como agentes antibacterianos y para mejorar la textura de las cremas de tal forma que resulte agradable ponerlas sobre la piel. También son uno de los ingredientes principales de los productos para el cabello, las lociones para después del afeitado, los desodorantes, los enjuagues bucales, los aceites para bebés, las pastas de dientes, etc.
  • El fenol y el fenil son: sustancias que se utilizan como desinfectantes en el ámbito de la medicina y como conservantes en la industria de la cosmética. En el caso del fenol, por ejemplo, es conveniente saber que se trata de un alcohol que se produce mediante la oxidación parcial del benceno lo cual lo convierte en un ingrediente tóxico que puede afectar al sistema nervioso central, al corazón, al hígado, al riñón y a la piel. Nitropheno, phenolphthalein o chlorophenol son sólo algunas de las denominaciones bajo las que puede aparecer.
  • El talco. Es una sustancia químicamente muy similar al asbesto o amianto, elemento conocido por provocar cáncer (especialmente de pulmón). -Mercurio. El mercurio es un metal pesado de elevada toxicidad a pesar de lo cual a la industria cosmética se la permite utilizarlo como conservante en productos de maquillaje y desmaquillaje de los ojos siempre que su concentración máxima sea del 0,007%. En la etiqueta se puede encontrar bajo la nomenclatura tiosalicilato de etilmercurio.
  • Los ftalatos: son sustancias disolventes y suavizantes que se pueden encontrar con excesiva facilidad en cremas, esmaltes de uñas, perfumes, lacas de pelo y desodorantes.
  • Sodium lauryl sulfate: es un detergente muy irritante utilizado en el 90% de los champús y dentífricos convencionales que se encuentran en el mercado. Su efecto es tal que, por el simple contacto con la piel, se absorbe y se almacena en los tejidos del corazón, el hígado, los pulmones, los ojos y hasta el cerebro.
  • Liberadores de formaldehídos: Es altamente cancerígeno por inhalación. Además exponerse a él puede causar dolores articulares, de cabeza o de pecho así como alergia, irritación y envejecimiento prematuro de la piel, daño en las membranas celulares y malformaciones en los fetos. Su uso está prohibido en cosmética pero como es un conservante muy barato y efectivo la industria se las ha ingeniado para crear sustancias que directamente no se pueden considerar formaldehídos pero que lo liberan. Lo podemos encontrar en las etiquetas como: diazolidinil urea, imidazolidinil urea, poliximetileno urea, dimetil oxazolidino, armilacetato o el alkifenol.
  • También encontramos: solventes, aromas artificiales, colorantes (más utilizados: HC (HC Orange 3), Acid (Acid red 73) o Pigment (Pigment Green 7)), antioxidantes sintéticos, plomo, aluminio (hay estudios que afirman que altos niveles de aluminio pueden generar Alzehimer), PEG's (glicol polietileno, que son sustancias emulgentes que se utilizan para cuajar agua y grasa o detergentes).
Esta es una compaña realizada por Annie Leonard, es una experta en materia de comercio internacional, cooperación internacional, desarrollo sostenible y salud ambiental estadounidense. Este documental fomenta la defensa al consumidor, del abuso de productos tóxicos utilizados en la industria cosmética sin regularización que proteja la salud de los consumidores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario