lunes, 16 de mayo de 2011

Freír alimentos, pros y contras


Freír es un arte, se tiene que tener muchas cosas en cuenta para hacerlo bien, y que los resultados sean los esperados.
Esta técnica de cocina para alguien que está en un régimen de adelgazamiento es la menos recomendada, pero es una técnica que a los niños les encanta, por la textura crujiente que esta forma de cocinar proporciona a los alimentos.

Hay distintos tipos de aceites de cocina y cada uno de ellos tienen diferentes puntos de fusión, es decir, una temperatura máxima de calentamiento, si esta se excede los ácidos grasos del aceite se hidrolizan (es cuando el aceite se quema y humea), provocando radicales libres y tóxinas.

Para freír se recomienda hacerlo en una olla profunda y con abundante aceite, esto hará que el alimento se cueza más rápido evitando así que absorba en exceso aceite. El aceite a usar son tanto el de oliva suave 4% o el de girasol, ambos tienen más resistencia al calor. Se pueden reutilizar siempre y tanto no se haya quemado en su uso, mientras el aceite aún esté caliente colarlo con un colador de maya fina para eliminar restos de alimentos que hayan quedado, se debe conservar en un frasco de cristal oscuro y cerrado con tapa. No utilizar este aceite para aliñar ensaladas o como condimento.

Es necesario tener en cuenta varios factores:
  1. Cuando se pone el aceite a calentar la llama no debe estar al máximo, cuando el aceite comienza a estar caliente se observa en la superficie un cambio, como si su textura ya no es tan oleosa sino más líquida.
  2. El alimento a freír debe estar seco o rebozado con pan o harina sin excesos de las mismas.
  3. No poner a freír demasiados alimentos a la vez, los alimentos antes de la cocción están fríos y cuando entran en contacto con el aceite caliente lo enfrían, bajando considerablemente la temperatura, esto provoca dos cosas: que el alimento absorba el aceite en demasía y, prolonga el tiempo de cocción.
  4. Hay que estar atentos, cuando se fríe es importante a cada momento regular la intensidad del fuego. El aceite es un buen conductor del calor, es decir, se calienta más rápido que el agua.
  5. La selección de la temperatura varía conforme a la cantidad de trozos, pero también a la fragilidad de los alimentos. Por consiguiente, se recomienda una temperatura entre 170° y 180° C para las patatas fritas; 160° y 170° C para el pollo y los buñuelos; 150° y 160° C para las verduras y el pescado, algunos alimentos muy frágiles sólo soportarán 140° C como máximo.
  6. Una vez cocidos los alimentos reservarlos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasas.
  7. Jamás tirar el aceite en las tuberías del agua, el aceite es un gran contaminante, este aceite de desecho se debe colocar en un recipiente de plástico y tirar en los puntos verdes más cercanos de vuestro domicilio.

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