En muchas ocasiones, por la falta de tiempo y las prisas, algunas familias prescinden de dar de desayunar a sus hijos en casa. Son obligados, por las circunstancias, a llevar a sus hijos más temprano al colegio y que desayunen allí. Esa es una buena salida siempre y cuando los padres conozcan qué es lo que desayunan sus hijos. En la mayoría de las escuelas, el menú es controlado por nutricionistas, lo que significa que se puede confiar en el servicio.
A los padres que tienen más tiempo, en casa, el desayuno ideal y adecuado es el que sea variado en alimentos que tengan nutrientes necesarios:
Lácteos: leche, yogur, y/o queso
Cereales: cereales integrales, pan integral, avena, galletas de elaboración artesanal
Grasas: aceite de oliva, mantequilla o margarina
Frutas o Zumo natural
Otros: mermelada, algún fiambre, miel, etc.
Cuando el desayuno aporta por lo menos 3 alimentos de los citados arriba, con toda seguridad, contribuirá a que los niños tengan más energía y más fuerza para desarrollar las actividades que les exijan.
Todo es una cuestión de hábito. Si desde la más temprana edad los niños son acostumbrados a desayunar bien, su organismo se habitúa a esta costumbre, y se exigirán un buen desayuno todos los días, y ellos se sentirán satisfechos. Y la familia estará previniendo lo que hoy es una preocupación mundial de los expertos de alimentación: la obesidad infantil como también TDAH (trastorno por déficit de atención por hiperactividad).
Cuando hablamos de alimentos, hablamos de energía y nutrientes, y no solo calmar el hambre. Un niño hasta llegar a adulto está desarrollando su sistema nervioso, su cerebro y crecen constantemente. Con más razón necesitan los nutrientes necesarios para que se desarrollen correctamente. Por la mañana después de haber estado durmiendo una media de 8 horas con más razón deben recargar energía que luego la necesitaran para estudiar y la actividad física. Pensar requiere mucha energía y si esa energía no la tienen no tienen concentración, se distraen, se vuelven indisciplinados y nerviosos hasta agresivos.
El resto de las comidas deben cumplir con la misma norma, alimentos frescos, variados, ricos en nutrientes, vitaminas y minerales, para beber no hay nada que quite mejor la sed que el agua o zumo de frutas; los niños pueden comer dulces, pero que sean de calidad como pasteles o magdalenas preferentemente hechas en casa. No hay nada mas sano que todo lo hecho en casa con productos naturales. Que aprendan a temprana edad a comer alimentos integrales. Si desde un principio han adoptado buenos hábitos alimenticios os agradecerán toda la vida, porque lo que se aprende desde niño se lleva por siempre en el corazón.
Evitar sobretodo los alimentos envasados de fabricación industrial, golosinas que contengan en exceso colorantes, los refrescos azucarados y con colorantes, bollería industrial, snacks (patatas chips, cheetos, doritos); todos estos productos no tienen porque estar prohibidos, pero deben consumirse de manera ocasional, sólo los fines de semana o reuniones familiares concretas como cumpleaños, navidades, celebraciones, etc.
Hay una frase que dice: "el mañana es hoy", nuestro hijos son los hombres del futuro, ellos serán quien escribirán la historia, son parte de la cadena evolutiva y no un eslabón por ahí perdido, debemos ser parte de su crecimiento y desarrollo, proporcionarles lo mejor no siempre significa lo más caro o lo mas nuevo, con imaginación las cosas mas sencillas y cotidianas pueden llegar a ser maravillosas.
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