La alcachofa o alcaucil su nombre procede del árabe (al-kharschûf, al-qabsíl), extendida en la Europa mediterránea en África septentrional. Seguramente fueron los árabes quienes implantaron y desarrollaron su cultivo a lo largo del siglo XV en España y en Sicilia de donde esta hortaliza pasaría a Toscana en los primeros años del siglo XVII. De Italia las alcachofas llegaron a Francia, llevadas, por el ejército de sabios y alegres cocineros que acompañaron a Catalina de Médicis a la corte de su marido Enrique II.
Contiene hidratos de carbono en los que se destacan la inulina y la fibra. Los minerales mayoritarios son el potasio, sodio, fósforo, hierro y calcio, entre las vitaminas destacan la vitamina B1 y B3, pequeñas cantidades de vitamina C. Sin embargo, lo más destacable de su composición son una serie de sustancias que se encuentran en pequeña cantidad, pero dotadas de notables efectos fisiológicos positivos:
- La Cinarina: sustancia ácida con efecto colerético, es decir, con capacidad para aumentar la secreción biliar. La Cinarina además de hidrocolerético es hipocolesterolemiante, disminuye el cociente beta/alfa de las lipoproteínas. También es diurético, por su actividad depurativa al nivel hepático, ayudando al hígado a eliminar toxinas a través de la orina.
- Los Esteroles: con capacidad para limitar la absorción del colesterol en el intestino.
La alcachofa ayuda a regenerar las células hepáticas, ayudando a combatir las sustancias tóxicas y es ideal para casos de hígado graso e ictericia. Como aumenta la secreción biliar ayuda la digestión de las grasas disminuyendo la sensación de pesadez.
Es recomendada para personas que padecen de anemia, diabetes (rebaja los niveles de azúcar en sangre) y estreñimiento. Ayuda en la recuperación de personas que han sufrido cirrosis, hepatitis, insuficiencia hepática e intoxicación. Otra virtud, es la capacidad que le proporcionan sus ácidos para reducir los niveles de colesterol en sangre, disminuir la presión arterial y también para prevenir la arteriosclerosis, con lo cual previene el riesgo de enfermedad vascular o ayuda a la recuperación de algún accidente de este tipo, como infarto o angina de pecho.
Infusión: 2 cucharadas de hojas secas de alcachofa en 1 litro de agua, tomar 3 veces al día antes de las comidas.
¿Dónde consigo hojas secas de alcachofa Dietin? o las puedo secar yo misma? muchas gracias por el blog!
ResponderEliminarTe recomendaría comprarlas en cualquier herboristería, son bastantes económicas y de obtención orgánica, es decir, sin pesticidas.
ResponderEliminarPor lo que cuentas las alcachofas son muy recomendables. Ahora que es temporada las como a menudo.
ResponderEliminarAh, no sabia que el nombre era de origen árabe. Será como bastantes palabras que empiezan por al: almendra, albaricoque, almohada, alberca...O el nombre de mi pueblo: Alpicat (como muchos en el entorno de Lleida: Amacelles, Alguaire...). Aunque el castellano es una lengua románica, contiene muchas palabras de origen árabe, como Rambla (que significa arenal o rio seco).
ResponderEliminarFantástico que tenga tantas propiedades. A mi me encanta.
Ventura
Hola, quería saber si da lo mismo tomar la infusión de alcachofera antes o después de las comidas. Gracias.
ResponderEliminarDepende, la alcachofa tiene doble acción, una aperitiva (antes de las comidas), es decir, abren el apetito y por tanto a la secreción de enzimas digestivas (esto se nota porque comenzamos a salivar más); y otra acción digestiva (después de las comidas) ayudando a eliminar la sensación de pesadez. La alcachofa por excelencia es aperitiva más que digestiva, pero su acción aperitiva ayuda y facilita mucho la digestión y en especial la digestión de las grasas. La recomiendo más antes de las comidas, aunque dependiendo de algún caso en particular, la recomiendo después.
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