Esta historia la he leído en el dominical de periódico "El País" y me ha parecido tan bonita que necesito compartirla con todos vosotros.
Os adjuntaré el artículo: "Claves para amarse a uno mismo" publicado el 31 de Octubre del 2010, vale la pena leerlo y comienza con una leyenda, también preciosa.
La historia comienza así:
"Cuenta una historia que un viajero había llegado a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto, llegó corriendo un joven que, entusiasmado, le gritó:
- ¡Dame la piedra preciosa!
El viajero lo miró desconcertado y le preguntó:
- Lo siento, pero no sé de qué me hablas.
Más calmado, el aldeano se sentó a su vera y le confesó:
- Ayer por la noche una voz me habló en sueños. Y me aseguró que si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre.
El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de una puño. Y dijo:
- Probablemente se refería a ésta. Me pareció bonita y por eso la cogí. Tómala, ahora es tuya.
¡Era un diamante! El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.
Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela. Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó:
- Por favor, enséñeme a conseguir la riqueza que le permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad."
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