Esta es una receta ideal, es así como se hacían las mermeladas en antaño. Sin conservantes, sin azúcares añadidos, sólo contiene el azúcar natural de la fruta (fructosa) y sus propias pectinas (gelificante y fibra natural) que le otorga la textura típica de las mermeladas que hoy en día conocemos. Y lo mejor de todo, fácil de hacer y muy saludable.
Ingredientes:
¼ parte de fruta seca (uvas pasas de corinto, orejones)
2/4 partes de fruta rica en pectinas (manzana, pera)
¼ parte fruta de elección (fresas, cerezas, albaricoques, melocotón)
piel de naranja o limón
1 pizca de sal
zumo de ½ limón
Elaboración:
Lavar las frutas, pelarlas y cortarlas en trozos pequeños. Colocar toda la fruta con una pizca de sal en una cazuela de fondo grueso junto con una piel de limón o naranja a fuego medio, en esta etapa es importante estar atentos e ir removiendo constantemente con una espátula de madera, hasta que la fruta empiece a sudar y expele su jugo y no se queme. Tapar y dejar cocer a fuego medio bajo durante una hora aproximadamente. Revisar la consistencia y remover de vez en cuando, añadir el zumo del limón unos minutos antes de terminar la cocción removiendo constantemente. Dejar enfriar.
*Esta mermelada por su bajo contenido de azúcar no se puede conservar tiempo prolongado, es de consumo inmediato.
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