Caminar es un acto diario, lo hacemos todo el tiempo y no somos conscientes de ello. Pero, no siempre es ir de un lugar a otro, también podemos caminar como terapia para liberarnos de la tensión, la presión del trabajo, oxigenar el organismo, tonificar la musculatura, regular la tensión arterial y el colesterol, bajar de peso y muchos otros beneficios para nuestra mente, alma y cuerpo.
Para comenzar lo más importante es ir a un lugar que nos agrade, que nos relaje y podamos realizar la caminata a gusto, para eso podemos optar por un parque, la playa, una ciudad o un pueblo vecino que queramos ir a visitar.
Elegir un buen calzado para realizar la caminata, como también ropa adecuada: cómoda y ligera. Es importante sentirse cómodo y a gusto.
Podemos salir solos si nos ayudará a relajarnos y disfrutar del paseo, a nuestro ritmo, a nuestro estado de ánimo. También podemos hacerlo en buena compañía, con un familiar o amigo que nos haga sentir bien y a gusto. Sino, hay muchos grupos que se reúnen para hacer salidas, de todas las edades y para diferentes tipos de actividades, es una buena excusa para conocer gente con gustos a fines.
Cuidar la postura corporal al caminar
Superficies planas
Si caminamos por una superficie plana es recomendable agilizar la marcha, la mirada siempre tiene que estar dirigida hacia adelante, los brazas a los lados con un ángulo de flexión de 90º y generando el contrapeso de la pierna contraria al movimiento para una correcta estabilidad en el andar. La espalda recta. Caminar con consciencia de la postura corporal, la respiración y el ritmo cardíaco nos beneficiará, al principio tendremos que tener más atención de lo normal, hasta que el cuerpo se adapte, luego se hará de manera totalmente involuntaria.En la montaña
Si subimos por una ladera de la montaña con una pendiente pronunciada deberemos situar el tronco casi paralelo al suelo para facilitar el trabajo de las piernas y de la espalda. Si bajamos la pendiente deberemos dejar el pe relajado en el suelo y flexionar las rodillas a cada paso, haciendo fuelle con la pierna y la cadera para amortiguar el impacto del cuerpo sobre las rodillas.En la playa
Por la playa podemos caminar descalzos sobre la arena o por la orilla con los pies algo sumergidos en el agua. Andar sobre la arena es muy beneficioso para los pies, el impacto es menor, el pie respira con libertad, la acción de la arena sobre la piel la limpia y la libera de durezas, en cada paso el pie recibe un masaje y un baño de sales minerales. Por aquí podemos ir a un paso más tranquilo, caminar sobre arena requiere de más esfuerzo.No olvides de suscribirte a nuestra página http://www.dietin.es/ así recibirás todas nuestras publicaciones.
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Mi médico me lo ha recomendado por problemas de salud, al principio va ser difícil, en especial por el tiempo hasta que me he organizado. La verdad que cada vez me encuentro mejor, en especial siento las piernas menos cansada.
ResponderEliminarMuy bueno los consejos que das, me es útil los consejos sobre la postura.
Gracias